En este blog aparecen algunas imágenes que encuentro por internet que,normalmente, son acompañadas del nombre de su creador. Sólo intento transmitir mi amor por el Arte, pero si alguien no quiere que aparezcan sus imágenes aquí sólo tiene que decírmelo e inmediatamente serán retiradas.

miércoles, 16 de septiembre de 2015

MOBILIARIO URBANO CORDOBES: SALAM

     “Salam” es una palabra árabe que significa literalmente “la paz”, y lo habremos oído muchas veces en el saludo “as-salām `alaykum”. Pero también da título a una escultura que forma parte del mobiliario urbano cordobés desde 2003 y que está ubicada en Miraflores, al otro lado del río, ese lado un tanto olvidado y que parece que sigue cumpliendo la “maldición” que, allá por el año 818, Al-hakam I lanzara después de destruir el arrabal allí asentado (Saqunda), prohibiendo que aquella zona de la ciudad volviera a ser habitada.
     En los últimos tiempos parece que se lucha en contra de esa maldición y vemos como, muy lentamente, el antiguo arrabal es objeto de nuevos proyectos (con mayor o menos fortuna) y comienza a ser de nuevo habitado. En una zona ajardinada, de cara al río y cercano al futuro Centro de Creación Contemporánea, los cordobeses pueden contemplar la escultura a la que hacemos referencia, “Salam”, de la que pocos saben algo y de la que mucho se podría hablar.
Foto de Arévalo
     Salam fue una obra donada por el Equipo 57 a la ciudad de Córdoba en 2003, como legado de su trabajo y trayectoria artística que, aunque corta, fue muy fructífera y crucial en el panorama artístico de los años 60. El mismo parque de Miraflores fue diseñado por Juan Cuenca, uno de los integrantes del Equipo.
     Su silueta cambia conforme la rodeamos, y nos puede evocar un anillo o signos caligráficos, dependiendo de nuestro punto de vista. En cualquier caso, la intencionalidad de Equipo 57 en sus obras no era figurativa sino cientifista, pues su arte abstracto es producto de arduas investigaciones con el espacio y la masa. Mientras otros artistas y grupos se afanaban por expresar el sentir individual y social de una época tan complicada como fue la posguerra y el franquismo, Equipo 57 trabajó por y para la sociedad de su tiempo, revelándose contra un régimen represor, que pretendía dirigir el espíritu creador de los artistas españoles, y buscando soluciones prácticas a problemas reales, mediante la aplicación de la ciencia a la creatividad artística. El resultado de su trabajo son una multitud de dibujos, óleos y maquetas, además de sus teorías sobre la “Interactivad en el espacio plástico”, que aplicaron en sus diseños de mobiliario y arquitectura, que bien merece un artículo aparte.
     Salam es la materialización a gran escala de algunas de sus ideas y maquetas productos de sus investigaciones acerca del espacio, de lo que también se ocuparon otros artistas como Oteiza, Max Bill o Malevitch, entre otros. Equipo 57 buscaba alejarse de los esquemas tradicionales de representación, de manera que su escultura ya no era una forma cerrada en sí misma y emplazada en un espacio determinado, sino que la escultura se considera una forma abierta, en la que el espacio circundante participa en ella, produciendo una interacción entre ambos, espacio y materia, aire y masa. Estas investigaciones tendrían después aplicación en arquitectura, aunque desgraciadamente el Equipo no vio materializado ninguno de sus proyectos.
     Desde el punto de vista formal, Salam se apoya en el concepto de la cinta de Moebius (cinta plana cuyos extremos se unen girándolos), pero convirtiendo la superficie plana en un cubo que se alarga hasta el infinito, desarrollando al mismo tiempo formas inspiradas en paraboloides hiperbólicos que huyen de la geometría clásica euclidiana. Esta nomenclatura científica nos ayuda a darnos cuenta del complejo trabajo que esconde cualquier obra de Equipo 57, quedando muy lejos las formas aleatorias y caprichosas de otro tipo de manifestaciones artísticas.
     La próxima vez que paseéis por el parque de Miraflores, deteneos a mirar esta escultura, rodearla, disfrutarla y, de paso, contadle a quien tengáis al lado lo que habéis leído en este artículo… ayúdanos a difundir y despertar el interés por nuestro patrimonio.
(artículo publicado en Interpretando)