Este año he profundizado en el estudio de los maestros venecianos de la época moderna y tengo que decir que he quedado deslumbrada por ellos y fascinada por la repercursión que tuvieron en todo el arte europeo desde el siglo XVI hasta nuestros días. Por eso mi primer "Breve análisis" sobre ellos va a estar dedicado a Giorgione (h.1477-1510), padre de la pintura veneciana, que ya el mismísimo Vasari consideró uno de los mejores representantes del arte de la pintura por llevar a cabo toda una serie de innovaciones que darían un giro de 180º a la historia de la pintura... en otras palabras: sin Giorgione la pintura europea hubiera sido taaaaaan diferente...
La obra que os presento es la conocida como "Pala de Castelfranco", realizada en torno al año 1505, un telero de grandes dimensiones que todavía se puede encontrar en su emplazamiento original en la Iglesia de San Liberal. Bajo la apariencia de una típica escena de "sacra conversazione", de composición piramidal conforme al gusto bajomedieval, comienzan a atisbarse elementos característicos del nuevo estilo que lo aleja del predominante estilo belliniano en la República. Por un lado el nuevo tratamiento de la naturaleza, que es copia del natural, alejándose del idealismo anterior y que se ve bañada con un cierto sfumato leonardesco; por otro, los rostros, que son verdaderos retratos, y una maestría espectacular a la hora de representar la carne, que tiene relación con la nueva manera de aplicar el color con pinceladas más gruesas y pastosas; algo que también fue extremadamente novedoso fueron los brillos en las superficies metálicas, como vemos en la armadura de San Liberal; por último, pero quizás más importante, y relacionado también con todo lo anterior, es el nuevo uso del color y la iluminación, teniendo en cuenta que en Venecia el cromatismo pasaba por el filtro de los reflejos de la luz en la "laguna", y así fue percibida por los pintores desde el momento en que Giorgione comenzó a acercarse a lo natural...
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