En este blog aparecen algunas imágenes que encuentro por internet que,normalmente, son acompañadas del nombre de su creador. Sólo intento transmitir mi amor por el Arte, pero si alguien no quiere que aparezcan sus imágenes aquí sólo tiene que decírmelo e inmediatamente serán retiradas.

lunes, 27 de febrero de 2012

SENSACIONES XV

Ya ha pasado la Navidad, que tanto me afecta anímicamente; la época de exámenes también, con sus nervios correspondientes; San Valentín y otras circunstancias varias de mi vida que me tenían más dispersa de lo que ya suelo estar normalmente... ya no tengo excusas ni para mí misma, pero el hecho es que sigo sin poder escribir más de dos palabras seguidas y que realmente digan algo de forma interesante, porque ya sabemos que lo que importa no es lo que se diga, sino cómo se diga, de hecho, lo que importa es simplemente que se diga algo, no ahogarse en silencios inútiles que rara vez sirven para algo. No se... sólo es una opinión... sólo es escribir por escribir, porque empecé este blog con mucha ilusión y está muriendo conmigo, y me da rabia no poder controlar mis emociones, sentimientos, y similares "pasiones" humanas que, como decía Rousseau, sin la intervención de la razón nos llevan inexorablemente al caos personal... Creo que estoy en esa fase de caos, porque el cerebro sólo me sirve ahora mismo para permitirme pasar el día realizando tareas básicas: levantarme por las mañanas, ducharme, vestirme, andar, conducir, teclear el ordenador (no sin cierta dislexia), comer, y en fin, poco más... Vuelve ese antiguo sentimiento de frustación, de inmovilidad, de desidia, que periódicamente me visita y me empuja hacia la infelicidad... aunque no, no puedo decir que sea infeliz, ni mucho menos... Es algo difícil de explicar, es una sensación extraña de vacío sabiendo que lo tienes todo... o quizás es por no tener nada... o quizás es por querer lo que no tengo o querer ser lo que no soy... si, va a ser eso...
El inconformismo está de vuelta en mi vida...
Si alguien tiene alguna ilusión huérfana, estoy dispuesta a adoptarla...
Henry Fuseli
Silencio (1800)

jueves, 2 de febrero de 2012

RETRATO Y PODER

Máscara funeraria romana

Hoy día todos tenemos miles de fotografías donde aparecemos retratados, en diferentes poses, en escenarios muy diversos, vestidos o incluso "desvestidos" según la ocasión... Algo tan común como es un retrato encierra toda una significación hoy casi perdida precisamente por estar viciada por el uso, cosa que por un lado está bien porque significa que está al alcance de todos, se ha democratizado; pero no podemos olvidar que la imagen sigue siendo aún hoy una herramienta de manipulación social, que se subestima precisamente por estar plenamente intregrada en nuestra cotidianidad.
  
Para los orígenes del retrato, la historiografía baraja como una de las posibilidades más fiables, las máscaras funerarias que los antiguos romanos realizaban a cera y exhibían orgullosos, como muestra de respeto y admiración a sus difuntos. Las efigies van tomando cada vez más importancia social durante el Quattocento en Italia, de manera que su desarrollo está directamente relacionado con el estamento nobiliario y su necesidad de mostrar y demostrar su legitimidad dinástica, tanto a los ojos de sus coetáneos como de sus futuros descendientes. No estaba al alcance de todo el mundo el ser perpetuado de esta manera, por lo que el mero hecho de ser retratado era ya un síntoma de poder y riqueza, aunque esta última no era requisito imprescindible para ser noble, para lo cual sólo se necesitaba pertener a un linaje y mostrar ciertas virtudes, de ahí que gustasen estos personajes del Renacimiento representarse junto a alegorías de las virtudes teologales y cardinales.

El cambista y su mujer(1514)
Quentin Massys
Con el tiempo, el poder económico y la exhibición de las riquezas adquirió relevancia sobre el linaje, de manera que en los retratos ya no aparecían sólo príncipes y aristócratas, sino comerciantes, funcionarios y toda una serie de profesionales liberales que querían mimetizar comportamientos nobles, en medio de una sociedad cada vez más compleja donde las clases más altas usaban las diferentes artes en su propio beneficio; pero también el Arte y los artístas se aprovecharon de esta nueva posición en el mundo moderno, pues comenzó la diferenciación entre el Arte y las artesanías, y entre Artistas y artesanos, lo que suponía una mejora cuantitativa y cualitativa de considerable importancia. Incluso algunos artístas adquirieron carácter de noble al ser parte imprescindible de la Corte, como le ocurrió a Velázquez con Felipe IV, Arcimboldo con Maximiliano II o Tiziano con Carlos V, entre otros muchos. 


Estatua ecuestre de Marco Aurelio (176 d.C.)

No se puede hablar del Arte en el Renacimiento, sin la impronta que la antiguedad y la mitología marcan como señal de estilo. En el caso del retrato, la referencia a la antiguedad griega y, sobre todo, romana es usada para dignificar al personaje retratado, comparándolo con aquellos que en la época clásica destacaron por sus dotes militares y su buen gobierno, como fue el caso del emperador Marco Aurelio, cuya escultura a caballo fue usada por Miguel Angel, allá por el año 1538, para decorar su renovada plaza del Campidoglio, estandarte de la reforma urbanística que el papado estaba comenzando y que culminaría con la reforma de la basílica de San Pedro y su plaza. Muchos serían los que usaran esta tipología para retratarse, como Luis XIV, Gattamelata, Carlos V, Felipe IV, y un largo etcétera, siendo plenamente conscientes de lo que transmitían con ello a todo el que la contemplara, fuera amigo o enemigo. Por otro lado, los cuadros se llenaban de alusiones a la antiguiedad en forma de personajes mitológicos que aludían a alguna cualidad del retratado y ruinas romanas que rememoraban escenarios esplendorosos, todo para crear un marco ideal para los mensajes de poder que emitian en estas artísticas representaciones, como si de arcaicas televisiones se tratara...